El flujo de comportamiento de los usuarios, ¿qué es y para qué sirve?

Que una página web tenga éxito no depende de las estrategias SEO y del marketing online. Debemos conocer el flujo de comportamiento de los usuarios dentro de nuestro sitio, para corregir fallos y optimizarlo.

¿Qué es el comportamiento de los usuarios?

El comportamiento de los usuarios son las acciones que realizan dentro de nuestro sitio web. En otras palabras: dónde entran, los contenidos que revisan y cuando abandonan nuestro sitio web.

Esta información la podemos obtener gracias a Google Analytics. Información con la que conoceremos las rutas más frecuentes, lo que nos ayudará a optimizar la experiencia de las visitas, mejorando el tráfico. Además, estos datos nos permitirán descubrir fallos dentro de nuestra página.

¿Cómo se puede analizar el flujo de comportamiento de los usuarios?

Desde el panel de control de Google Analytics podemos acceder a esta herramienta. Cuenta con una configuración por defecto, la cual podemos cambiar a nuestro antojo. La información que obtendremos nos detallará:

• Comportamientos por segmentos, o tipos de usuario: Utilizando esta variable podemos analizar los contenidos que consumen los usuarios que visitan nuestro sitio web desde distintos países, fuentes de tráfico o redes sociales. Por otro lado, podemos ver las diferencias de tráfico entre los que acceden desde un teléfono móvil o desde un escritorio, así como por fechas.
• Consumo secuencial de contenidos y secciones: Nos permite ver cuáles son los flujos entre las diferentes secciones de nuestro sitio web: categorías, artículos, páginas… Un gráfico muy importante, ya que nos informará si la navegación ocurre como queríamos o, por el contrario, hay saltos inesperados o una alta tasa de abandono.
• Popularidad de los eventos, y su efecto en la navegación: Esta gráfica nos muestra los resultados de los diferentes eventos, lo que nos ayuda a identificar los más eficientes y como guían el consumo del usuario.
• Rutas de consumo: Con esta opción puedes investigar si existen rutas frecuentes de consumo, y si estás guiando correctamente a los usuarios en la dirección que te interesa.

Hay que prestar mucha atención a la hora de establecer las variables y los segmentos para obtener la información sobre el comportamiento de los usuarios dentro de nuestra página o e-comerce. Otra función muy útil de esta herramienta es que podemos obtener datos sobre cada URL por separado, para ver observar su evolución.

¿Cómo podemos usar estos datos para optimizar nuestro sitio web?

Gracias a estos datos, averiguaremos cuáles son las URL más visitadas y como los usuarios navegan por ellas, esto es, como se mueven entre las páginas. Datos que utilizaremos para optimizar nuestra web.

Veámoslo con un ejemplo. Supongamos que tenemos una web sobre razas de perros. Al utilizar esta herramienta, vemos que la URL más visitada es “samoyedo”, la segunda es “chihuahua” y la tercera “bulldog”. ¿Qué haremos? Asegurarnos que esas tres razas están en la Home, para facilitar el acceso, ya que son las que más tráfico nos están generando. Además, podemos usar estas URL’s para guiar a los usuarios a otras a las que nos interesan que accedan; recomendándolas con un cluster o insertando links en el texto que lleven hasta ellas. Estos mismos cambios se pueden aplicar en un e-comerce; destacando el producto más visitado/buscado por los usuarios, y usándolo para guiarlos hasta “los productos con menos éxito”.

Es importante comprender que el comportamiento de los usuarios cambia con el paso del tiempo; la que hoy puede que sea la URL más exitosa puede caer en el olvido en poco más de un mes. Por este motivo, hay que realizar análisis periódicamente, para optimizarla en base a las variaciones en sus acciones.

Recordemos que estos datos también nos ayudarán a descubrir fallos. Por ejemplo, si hay muchos usuarios acceden a nuestra web desde el móvil, pero la abandonan pronto, puede que no esté bien optimizada para estos dispositivos. O nos puede revelar que una URL no está funcionando porque no está bien etiquetada. Fallos que debemos corregir rápidamente, para que no nos afecten.